A L.·. G.·. D.·. G.·. A.·. D.·. U.·.
Valle
de Remedios de Escalada, 4 de abril de 2015, e.·. v.·.
Resp.·.
Log.·. Mas.·. Sim.·. Fem.·. Norma Mazur Nº25
Ven.·. M.·.
Qq.·. Hh.·.
Mm.·.
Qq.·. Hh.·.
Cc.·.
Qq.·. Hh.·.
todas :
Importancia
del Agape Fraterno al término de las Tenidas
El
Ágape Fraterno celebrado al término de las Tenidas o reuniones masónicas es
"casi obligatorio" porque es el ámbito "donde se fortalecen los
lazos fraternales". Forma parte de
la Tenida y por lo tanto tiene sus propias reglas. Asimismo, en las celebraciones Masónicas, se
sigue un orden Ritual y su marco exterior son los brindis y el orden
establecido del uso de la palabra para cada H.·. El marco interior lo conforman las palabras
que aquel pronuncia, bajo la dirección de la M.·. de Ceremonias y de acuerdo
con la Ven.·. Maestra. Es el espacio
donde todos los miembros de la Logia pueden y deben aportar opiniones y
reflexiones susceptibles de enriquecer al Taller. No hay indicaciones previas sobre los temas
de los "Trabajos" en el ágape, pero pueden significar, bien llevados,
una gran ayuda para orientar a las Hermanas en el camino de ser una buena Masona.
La palabra “ágape”, proviene del griego y
significa amor puro, amor-caridad, significando
caridad, aquí, algo que tiene un gran precio, es caro, es precioso y en
consecuencia sagrado. La noción de comida compartida nos llega de
los primeros cristianos, que ven en el hecho de compartir los alimentos, era
una ocasión complementaria para reunirse y manifestar su amor por Jesús, pero
nada no tenía nada que ver con un festín o banquete. La fraternidad entre los comensales reinaba
sobre la materialidad de comer o beber.
El sustantivo latino ágape
deriva del griego y significa: amor,
amistad, caridad, que los traductores de la Biblia al latín tradujeron como
charitas (caridad). Los primeros
cristianos usaban el plural, agapai y después el latín ágape para designar las
cenas litúrgicas fraternales orientadas hacia la unión de los asistentes y
ayuda a los más necesitados, al igual que las comidas-reuniones religiosas
judías denominadas haburot.
De acuerdo al diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española, Ágape se utiliza en referencia a la comida fraternal de
carácter religioso que se realizaba entre los primeros cristianos, destinada a
estrechar los lazos que los unían, aunque después de desvirtuó su objeto,
siendo pretexto para cometer los más diversos excesos que condujeron a su
condena por parte de san Pablo y prohibidos en el siglo IV por el clero. Con
ese sentido fue que llegó al español, como sinónimo de banquete o comida
abundante para celebrar algún acontecimiento.
El tomar alimentos y bebidas como “acto ritual” se
remonta a tiempos inmemoriales, encontrándose en los misterios más antiguos y
formando parte de las tradiciones místico religiosas de casi todas las
culturas, inclusive en aquellas en apariencia carentes de contacto. Sólo con la simple recopilación histórica de
los lugares y civilizaciones donde se ha efectuado esta práctica, tendríamos
suficiente material para hacer varios volúmenes, pues hay sobrada evidencia de
que la ingestión ritual de alimentos y bebidas se ha realizado entre mayas y
aztecas, celtas y druidas, egipcios y hebreos, griegos y romanos; también entre
los cristianos antiguos y aún entre los modernos, pudiendo apreciarse hoy en
día en religiones como la católica.
Asimismo, encontré una referencia a José de Acosta, quién
en su libro Predicación del Evangelio en las Indias (1570), se refiere al ágape
así: “Esta fue, entre otras, la causa de
que los apóstoles creasen los diáconos para que sirviesen la mesa de los
pobres, y entonces floreció la costumbre del ágape que después languideció y no
quedaron de ella sino vestigios, a fin de que no se consintiese haber ningún
pobre entre los fieles”. “Un banquete
reúne a los congregados en cierta especie de comunión mística donde se
distribuyen como manjares las palabras de Verdad y la alegría triunfante de
haberlas recibido.
Algo parecido es el espíritu de nuestro ágape o del banquete masónico,
para nosotras se impone el espíritu fraterno.
La fraternidad no es solo un sentimiento interpersonal elevado, es una
forma de estar, es una comunión indestructible de hombres y mujeres que, muy
diferentes en apariencia en su vida cotidiana, se unen en su vida iniciática,
se reconocen todos como unidos por un sentimiento idéntico, iguales y
solidarios en el deber de perfeccionamiento, de trabajar su piedra,
reconstruyendo su templo y el de la humanidad, caminando cada uno, hacia su
centro de la luz, hacia la cúspide de su propia conciencia. La Masonería es el ámbito donde gente de
lugares sociales muy disímiles, diferentes profesiones, edades e intereses se
reúnen en un mismo espacio, y, de no ser por la Masonería jamás se hubieran
relacionado.
Esto es lo que nos permite “reconocernos”. Ese es el espíritu del “ágape” y la actitud
debe ser de beneficio para todas, evitando tocar temas sensibles, rechazando
toda agresividad, evitando discusiones estériles y actitudes de
superioridad. No deben existir acciones
autoritarias, ni limitación del tiempo. La
comida compartida en el ágape, debe ser congruente con el objeto de la reunión,
nada de comilonas, ni de menús gastronómicos, se debe ofrecer a los invitados
un equilibrio en diversidad, cantidad y sabor.
El equilibrio que recuerda uno de los significados simbólicos de la
plomada y el nivel.
Una de las
características más destacable a tener en cuenta en una comida Masónica se basa
en el viaje de los cuatro elementos:
La Tierra, representada por las carnes, las legumbres y
las frutas, incluyendo las flores que adornan la mesa;
El Agua, representada por las bebidas;
El Fuego; representado por los alimentos cocidos; y
El Aire que figura en las conversaciones fraternales
intercambiadas y por las planchas trazadas, leídas en voz alta en los banquetes
de la Orden.
Toda la alimentación debe ser sobria y moderada, dictada por la única
necesidad sicológica de comer y beber, que no tiene otro sentido para un Masón,
que el de la reconstrucción bioquímica de su organismo, el de una carga
energética de su cuerpo. Tanto el ágape
como el banquete de orden son el aspecto exterior, exotérico y colabora en la reconstrucción
del templo interior, (esotérico). A las
Iniciadas debemos informarles que no se deben sobrestimar estas comidas y
tomarlo como un plan degustativo, ni
tampoco subestimarlas.
Cada
día absorbemos y saboreamos al genio de la naturaleza, y es así como haremos de
una comida un banquete tan nutritivo para el alma como para el cuerpo. Basándonos en esta idea, podemos decir que al
comer y beber no hacemos otra cosa que comulgar entre nosotras, alimentarnos y
alimentar a los demás; compartirnos unas a las otras “la vida”. Por ello, el
Ágape Fraternal es sin lugar a dudas un acto de Unión, o mejor dicho, de
Comunión en fraternidad, tanto de carácter material como espiritual.
En muchas obediencias, la tradición de prolongar la tenida con un
ágape, se pierde, pretextando la hora tardía de la apertura de los trabajos o
del final de los mismos, para evitar esto, es suficiente comenzar los trabajos
un poco antes y limitar la duración de las tenidas a dos horas, salvo casos
excepcionales. Asimismo, si hay algún
problema económico, es el Maestro de banquetes a quien corresponde recaudar el
precio de la comida y no beneficiar al tronco de la viuda. Y por lo menos debe ser obligatorio el ágape a
continuación de una iniciación o un pase de grado.
El rito francés conserva el Ágape como aquella parte
indispensable dentro de la tenida, con la cual se cierran los trabajos. Si bien en atención a su promesa de silencio
como parte de su formación iniciática los aprendices no pueden hacer uso de en
trabajos abiertos, durante el Ágape pueden expresar todas sus preguntas, dudas,
etc. mismas que serán atendidas y comentadas por los maestros y los demás hermanos
presentes. Después de realizada la
Cadena de Unión, el Venerable M.·. los
Vigilantes se dirigen mallete en mano a donde se celebrarán los trabajos de
mesa y conceden la palabra en el orden acostumbrado. La tenida de Orden se cierra al momento en que
el Venerable da un golpe de mallete en la mesa y procede al cierre de la
Tenida.
Conclusiones: personalmente considero que existe una
relación directa entre comer y beber y los lazos de amistad. Si
queremos estar en compañía de alguien a quien estimamos o con quien tenemos
vínculos personales, lo convidamos a que coma y beba con nosotros. Si llegan a nuestra casa visitas,
obligadamente preguntamos si se desea tomar algo u ofrecemos algo de comer. Son ejemplos asociados a la relación
interpersonal.
El ágape en Masonería tiene un profundo significado
simbólico, filosófico y esotérico, es una parte de la Tenida de Orden que no se
debe perder en aras de un pragmatismo productor de una simplificación
innecesaria del ceremonial, que refleja poca atención a nuestros antiguos usos
y costumbres, cuando no una evidente profanidad, pues se abrevian fórmulas y
hasta partes completas del ritual so pretexto de lo corto de tiempo de que se
dispone para la tenida, pero saliendo de ella se aprovecha para comer y beber
en restaurantes y bares sin la menor preocupación por el tiempo. Compartir el pan, y el vino es un rito que
afianza la relación entre las personas y nos permite reconocernos como
Hermanas, y me agradaría terminar con la expresión: ¡TODAS PARA UNA; UNA PARA TODAS!
S.·.
F.·. U.·.
Es
mi palabra
Beatriz
Noto
Pr.·.
Vig.·.
BIBLIOGRAFÍA:
Rituales
del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.
Me parece excelente el trazado, un punto de vista práctico de algo profundo.
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